¿Altas capacidades y fracaso escolar? ¿Cómo se come eso?

by NaYa_maYa (Flickr)
by NaYa_maYa (Flickr)

Pues sí, ahí donde lo veis resulta que un número bastante elevado de xfacaban en situación de fracaso escolar. Y la lógica nos diría que estos niños debieran ser los números uno de sus clases, sin embargo, la realidad dista mucho de esta lógica. Muchos de estos niños son catalogados de vagos, con trastorno por déficit de atención, como niños con un bajo nivel de inteligencia y un sin fin de barbaridades más. Pero si nos parásemos a intentar conocerles un poco mejor y tratáramos de ponernos en su lugar, nos daríamos cuenta de lo siguiente:

  • Generalmente son niños con unos intereses muy diferentes a los de los demás niños de su edad, haciendo difícil que se entiendan con sus iguales y, por tanto, complicando sus relaciones sociales, hasta el punto en que muchas veces quedan de lado. Imaginad qué frustración es no poder compartir con tus iguales juegos, motivaciones, gustos…
  • Su desarrollo del lenguaje es bastante más elevado que el del resto de los niños de su edad, por lo que, en muchas ocasiones, los demás niños no le siguen en sus explicaciones y llegan incluso a comentar que hablan raro.
  • Sus capacidades son demasiado altas para estar saciadas con los contenidos que se imparten en el aula y, además, es un martirio para ellos tener que repetir tropecientas veces un mismo proceso sistemático a modo de entrenamiento, por ejemplo los chorros de operaciones aritméticas, los dictados, los análisis sintácticos… El día a día del aula está lleno de este tipo de actividades que, además, se repiten de un año para otro con una pequeña ampliación del contenido que, igualmente, se queda muy corto para estos niños.
  • Suelen tener una sensibilidad exquisita, especialmente ante las injusticias. Generalmente se rigen bajo principios morales que no se corresponden con su edad cronológica, sufren mucho cuando otras personas sufren porque su capacidad empática tiende a ser muy buena. Esto hace que, en muchas ocasiones surjan confrontaciones con adultos que tratan de hacerles cumplir con unas normas bajo el mandato del “porque lo digo yo”, y no es que reten o falten a la autoridad de un adulto, es que cuestionan la falta de sentido o justificación de una norma que se les hace cumplir. Si con ellos se funciona siempre con criterios estables y con razones de peso para hacer las cosas, los problemas se reducen notablemente. O ¿acaso nosotros los adultos respetamos y asumimos sin rechistar normas que nos parecen fuera de lógica alguna, o arbitrarias, o “porque sí y punto”?
  • En muchas ocasiones su fracaso escolar viene derivado de problemas como: fallos tontos en la resolución de tareas sistemáticas que no requieren un razonamiento, sino más bien aplicar lo entrenado en el aula o en casa con chorros de actividades todas cortadas por el mismo patrón; una caligrafía espantosa; desorden en los materiales y cuadernos; olvidos frecuentes, incluso de cosas tan importantes como los exámenes; rebelión frente a tareas sistemáticas y aburridas que no les aportan nada; falta de atención a las explicaciones del aula, las tareas escolares y los exámenes, dando la sensación de que se distrae porque su sistema atencional no funciona o que no se enteran de nada.
  • Cuentan con una capacidad de pensamiento divergente que favorece la creatividad y resolución de problemas.
  • Cuando son conocidas sus altas capacidades, de forma casi automática se les exige un rendimiento fuera de serie, pero sin atender a su individualidad.

Cuando se habla de necesidades educativas especiales, no solo se tiene en cuenta a los niños que tienen problemas por tener capacidades inferiores a lo habitual, o por algún otro problema (trastornos del desarrollo, del aprendizaje…), sino que también se comprenden entre estos niños aquellos con altas capacidades y superdotación, porque son diferentes a la mayoría, porque sus necesidades se salen de la norma, porque no podemos hacerles funcionar como los demás, pues no son como los demás.

Ahora que sabemos esto, por favor, un poco de consideración con estos niños, mucha empatía con sus situaciones y mucho apoyo para que no se hundan, entre otras cosas porque son personas que pueden llegar a hacer grandísimas aportaciones a nuestra sociedad si se les cuida y se les permite funcionar como son.

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