Llega este tiempo y todos como locos a preparar ensaladas; desde la más tradicional con lechuga, tomate y cebolla hasta la más gourmet con espuma de lima (se me ocurre), la ensalada es un plato indispensable en cualquier época del año pero ahora más por su aporte de agua y, por tanto, de frescura. Tan fácil como mezclar ingredientes y aderezar con una buena salsa vinagreta o que alegre las hojas verdes que por sí mismas, salvo excepciones, carecen de sabor intenso.
Para esta ocasión he elegido una ensalada con gulas rebozadas en harina, lo que les convierte en crujientes hilitos que además de alimentar, adornan. No hay que preocuparse porque si se fríen en el aceite bien caliente y de inmediato se sacan a un papel absorbente no resultan grasas y nos podemos dar este capricho y hacer de nuestra ligera ensalada un plato un poco más original.
He utilizado pocos ingredientes, pero he pasado la prueba y a todos nos ha gustado el resultado. La presencia de una buena vinagreta es fundamental para que el aliño realmente ensalce el valor de las hojas tiernas. Como siempre hay gustos para todos, admite bien algún que otro ingrediente como el queso de cabra o unas nueces picadas. Yo os muestro mi propuesta y si os animáis a hacerla aquí tenéis la receta.
INGREDIENTES
(Para cuatro personas)
- Una bolsa de brotes de lechugas
- Dos tomates de buen tamaño
- 12 langostinos cocidos
- Un paquete de gulas
Para la vinagreta:
- 125 ml. aceite oliva
- 30-40 ml. vinagre de Módena
- Sal y pimienta
- Una cucharadita (postre) de mostaza a la Antigua
- Perejil picado
PREPARACIÓN
Lavar bien las hojas tiernas y escurrir.
En una batidora poner el tomate bien lavado y cortado en trozos; pizca de sal y batirlo hasta reducirlo a puré.
En un vaso de batidora poner el aceite de oliva, el vinagre, la mostaza, la sal, la pimienta y el perejil. Batir para que emulsionen los ingredientes. Yo la eché en un biberón plástico para luego servir con facilidad. Reservar en la nevera hasta el preciso momento de montar la ensalada.
Pelar los langostinos ya cocidos dejando la cola entera; poner una pizca de aceite en la sartén y marcarlos por ambos lados. Salar a gusto.
Sacar las gulas del envase y secarlas con papel de cocina; rebozarlas en harina y seguidamente echarlas en un colador para que pierdan el exceso de harina. Preparar una sartén pequeña con aceite y freír las gulas, pero en pequeñas porciones. Es suficiente un minuto para que las gulas se doren y queden crujientes. Al momento se sacan a un papel absorbente y enseguida se prepara la ensalada.
Para montar la ensalada utilizaremos un aro de emplatar (¡no es obligatorio!). Se coloca el aro sobre el plato y se pone dentro una cantidad de puré de tomate suficiente para que cubra el fondo; sobre esto se ponen hojas de lechugas diversas y sobre estas, un montoncito de gulas recién fritas; para acabar se colocan las colas de langostinos y se rocía la ensalada con la vinagreta.