Para la mayoría de las mujeres puede ser una edad clave y un punto de inflexión la edad de 40 años donde muchas de ellas han cumplido con las pautas marcadas culturalmente como es tener una familia y ser trabajadora a la vez. ¿Realmente estoy feliz? Puedes llegar a preguntarte, ya he avanzado y he conseguido lo que quería, quizás esto es lo que nos hace plantearnos que estamos en lo que se llama crisis de los 40. No obstante debemos caer en la cuenta que independientemente de la edad que tengamos o de nuestras circunstancias actuales, estas no deben influir en la realización de nuestros sueños y en el cumplimiento de los objetivos marcados, interiormente, en cada una de nosotras. Hablamos de belleza exterior siempre, pero considero que esta no sólo se consigue con cremas y todos los cosméticos y tratamientos que nos ofrece el mercado incluso ni con una vida disciplinada, donde se da prioridad al deporte y a la alimentación sana para estar bella, que es muy importante de forma evidente, la belleza proviene también de lo que sentimos hacia nosotras mismas, de nuestro orgullo y amor propio por hacer cosas grandes que aporten algo al mundo y a todo aquel que nos rodea.
Es por ello y por todo lo aludido anteriormente, que podemos considerar la crisis de los 40 como una etapa de cambio, y no precisamente negativo, ya que contamos con elementos y recursos con los que antes no contábamos. Estos, son la experiencia que llevamos encima con respecto al conocimiento de gente que nos ha rodeado o aún siguen perteneciendo a nuestro entorno (son los que realmente valen ara nosotras, la gente que está ahí de forma altruista e independientemente de cómo te vaya)
En cuanto a un tema primordial en la vida del ser humano, el amor, ya somos conscientes y maduras y sabemos que es lo que queremos y lo que no. El filtro es mucho mayor que hace 10 o 15 años, época en la que te fijabas tan sólo en la simpatía y el físico. Ahora todo es diferente y una mujer se vuelve exquisita no exigiendo, pero si dirigiéndose a encontrar personas que sean afines a una y con cierto nivel de profundidad, somos seres independientes y sin ninguna necesidad de depender o de compartir momentos con alguien que no te llena como persona a todos los niveles. Quizás el tener mayor edad sea algo muy positivo para esto.
Con respecto al trabajo, cada una de nosotras sabemos,tras el análisis de todos estos años, lo que podemos dar de sí y luchamos día a día por mejorar y crecer. Toda mujer es válida, unas para determinados trabajos y otras para otros, pero da la casualidad que cuando se va llegando o se ha llegado a los 40, la experiencia es una gran amiga para saber cuáles son nuestros límites y nuestras capacidades y dar lo mejor de nosotros mismas que, como vuelvo a reiterar, inciden directamente en la autoestima y ganas de vivir.
No sé si realista, pienso que sí, pero mi visión de ir llegando a los 40 es más positiva que otra cosa, ya que la introspección realizada durante estos años, nos guía hacia dónde debemos dirigirnos para ser felices y sentirnos plenas.
No obstante, aunque hayamos alcanzado cotas más altas en todos los planos de nuestra vida, pueden sobrevenir las dudas de por dónde dirigirnos en este camino….Por tanto mis consejos si alguien está sufriendo una época de reflexión e incertidumbre, son los siguientes ( por si alguien le pueden ayudar o, sería suficiente si le hicieran reflexionar y empezar de nuevo:
– Quiérete más. No seas dependiente de las opiniones ajenas. Toma las críticas como una oportunidad para crecer y sólo quédate con lo que te sirva positivamente. Céntrate en ti, en tu superación, sin hacer daño a nadie.
– Analiza cómo vives y arriésgate a realizar cambios que supongan algo beneficioso y que pudieran contribuir a una vida mejor. No te bloquees pensando en lo que pudo ser y no fue. Atrévete sin miedo a cambiar cualquier aspecto que esté dificultando tu felicidad.
– Se honesta contigo misma y coherente con los valores que tienes. No te dejes influir por aquello que la sociedad o los demás ven bien y correcto, tú eres dueña de tu vida y tienes tu propia escala de valores, según los cuales, actúas construyendo tu proyecto vital.
– Haz deporte: es muy importante mantener una actividad física constante, no sólo por tu salud sino también para estar más contenta y eliminar el estrés.
– Aprende a relajarte: asiste espectáculos o al cine, llama amigos (puedes planificarte si tienes hijos)
– Desdramatiza todas aquellas situaciones que te hacen sentir agobiada o saturada: la vida no es tan larga como para vivirla sufriendo, piénsalo, no merece la pena vivir desde la negatividad, y esto, cuando vamos llegando a los 40, creo que ya lo sabemos.
– Cultiva y cuida tus amistades: es primordial, ya que somos seres sociales por naturaleza y esto contribuye a nuestro bienestar y el de los demás.
– Márcate objetivos y metas en tu vida y lucha por conseguirlos. Ilusiónate con la vida, aunque al principio requiera adquirir ciertas obligaciones. A veces hay que obligarse cuando las ganas son mínimas.
En fin y lo más importante Vive!!! Y si ves que algo se tambalea a los 40, no intentes cambiar desde el exterior sino desde tus motivaciones más intrínsecas.
Un saludo y mucho ánimo a todas esas mujeres que luchan día a día.