Soy María Coco y aunque siempre intento que mi Hernando, apellido materno, sea nombrado, jamás lo consigo. Realmente desde niña soy Coco, Coco y punto.

Me encuentro en esa línea que separa lo divino y lo humano, los 30 de los 40… ¡justo hoy en los 35! Un momento ideal para poner en marcha un proyecto personal (otro) porque, al final, a los periodistas nos gusta escribir, y eso voy a hacer. Apasionada de la comunicación, estudié periodismo en una universidad que no existe (SEK) tras hacer Ciencias Puras en COU (yo también hice EGB) y pensar en estudiar matemáticas u óptica.

Y, ¿qué más? Trabajé una tele, en un periódico, en una agencia, hice prácticas en radios… y al final, tras siete años en distintos medios, decidí tirarme a la piscina en plena crisis, dejando un trabajo fijo y con la oposición frontal de todas las personas que estaban cerca y me querían. Algo lógico, era una locura, pero soy de las que piensa que las locuras dejan de serlo cuando se intentan. Tuve suerte, la locura funcionó.

Fue en este momento, cursando un master, cuando conocí a mi contrario, mi socio personal y profesional. Y desde aquí, juntos, iniciamos una nueva andadura. Uno piensa y el otro empuja.  Y así, continuamente.

La pena, no tener dinero para poner en marcha una empresa distinta cada mes. La suerte, no tenerlo y disfrutar paso a paso con lo que vamos logrando. Primero llegó Audacia Comunicación y, en 2013, pusimos en marcha Sushicatessen, dos empresas que tienen lo mejor de nosotros y de nuestros equipos. Aunque eso sí, también os diré, lo mejor de lo mejor (de lo mejor) que hemos hecho Rodrigo y yo ha sido crear una familia, son Manuel y Tomás, nuestros patitos.

Así que, en resumen (y por organizarnos), ¿Quién está detrás de todo esto?

Pues… ¡Coco!. Una mujer con carácter, madre, empresaria pequeña, emprendedora sin límite, más testadura de lo que puedas imaginar, llena de sueños, refunfuñona y a veces muy gruñona, mami enamorada, leal (de las que llora cuando le fallan), divertida y extra-sensible… Ahhhh! y con malos pelos casi de continuo 😉

Bienvenidos a este lugar donde, cuando tenga tiempo (entre las dos y las tres de la mañana), me dejaré caer.