Todos sabemos que no es saludable un consumo elevado de azúcar. Pero, en realidad, no tenemos muy claro dónde está el límite, ni cómo podemos sustituirlo. Tampoco conocemos con exactitud cuáles son los problemas que pueden derivar de un consumo elevado de este.
Para empezar a aclarar todas estas cuestiones, es importante saber que el azúcar, no posee ningún valor nutricional, es decir, no aporta ningún nutriente. El azúcar aporta, únicamente, calorías.
La Organización Mundial de la Salud, recomienda un consumo de azúcar de menos de un 10% de la Ingesta Calórica Total, indicando que, si se reduce por debajo del 5%, se obtendrían unos beneficios adicionales para la salud. El 5% de la ingesta calórica total corresponde, aproximadamente, a 25 gramos de azúcar (6 cucharadas). El objetivo de estas recomendaciones no es otro que reducir el riesgo de sobrepeso, obesidad y proteger la salud dental del desarrollo de caries.
Cuando hablamos del azúcar, no debemos pensar solo en el contenido de los sobres que echamos en el café, sino también, en los azúcares añadidos que contienen muchos de los alimentos que forman parte de nuestro día a día: refrescos, zumos envasados, galletas del desayuno, salsas, yogures edulcorados y de sabores, incluso muchos de los alimentos denominados “light”.
A la hora de iniciar una dieta hipocalórica, debemos saber que sustitutos del azúcar existen y cuáles de ellos son los más apropiados para que nos ayuden a conseguir nuestro objetivo de perder peso:
- La miel cruda es elegida por muchos consumidores por su agradable sabor y por su obtención de manera natural pero, es importante saber que de 100 gramos de miel, 82 gramos son azúcar. Es cierto que aporta algún nutriente más que el azúcar, pero no en cantidades significativas.
- Sobre la Stevia he leído muchísimas opiniones. La mayoría de ellas alaban las propiedades beneficiosas de ésta, pero no tiene un apoyo firme por parte de las grandes instituciones a nivel alimentario. La Stevia es una planta de una potencia edulcorante muchísimo más elevada que el azúcar, por ello, se recomienda el consumo directo de la planta y no de sus derivados. Muchos de los productos que se pueden adquirir son productos que complementan la Stevia con otros edulcorantes químicos. Los beneficios que destacan de la Stevia son, que no aporta calorías ni altera los niveles de insulina, pero es importante saber que no hay estudios a largo plazo del consumo de este endulzante.
- La sacarina es un potente edulcorante sintético de uso común, de los más antiguos. Actualmente se encuentra en el punto de mira por una posible asociación de su consumo al riesgo de desarrollar cáncer.
- El azúcar moreno es una variedad del azúcar común que puede aportar más vitaminas y minerales pero, su efecto en el organismo es exactamente el mismo.
- Los siropes o jarabes tienen distinto origen pero tienen un elevado contenido en azúcar. Este nombre es muy usado en el listado de ingredientes de muchos alimentos procesados, lo que supone una posible confusión para el consumidor que puede llegar a pensar que no contiene azúcares aunque en realidad sí que los contenga.
Reducir al máximo el consumo del azúcar y de los edulcorantes será, a largo plazo, una decisión mucho más acertada que buscar el mejor sustituto del azúcar.