Todos, absolutamente todos, tenemos días D.M. Días de esos en los que te levantas, y al poner el pie en el suelo ya te tropiezas. A partir de ese momento todo son una serie de Catastróficas Desdichas, como en el libro de Lemony Snicket. Parece que las malas noticias de ese mes estaban esperando justo a ese día para ver la luz y lo más probable es que también los astros confabulen para que estés con la regla. Un Día De Mierda, vamos.
Lo se, estarás pensando, no entiendo el titulo del post, si no voy a sobrevivir que hago?, me tiro por un puente? (a veces dan ganas, lo se, últimamente me amenazan muchos días D.D.M.)
Te lo voy a explicar: si te concentras en sobrevivir sólo vas a penar durante todo el día, porque vas a estar pensando en que quieres que se pasen las horas mientras te regodeas en tus desgracias varias. NO! No prolongemos la agonía de los días D.D.M porque lo mismo te descuidas y se convierten en S.D.M o M.D.M o peor A.D.M y te encuentras a 31 de diciembre diciendo, por favor que se acabe el 2015 que ya no puedo más con tanta porquería. Cómo si el cambio de año fuera un acontecimiento mágico y no te fueras a levantar el día 1 con la M acumulada de meses y meses oliendo por todas partes. Conclusión habrás perdido un año por seguir sobreviviendo en lugar de vivir, que es lo que hay que hacer. Hay a personas que se les convierte en enfermedad y sobreviven a vidas de mierda abrazados permanentemente a cualquier drama que se les cruce por el camino. Así que cuidado con los D.D.M, que no pasen de estado agudo y se te cronifiquen en el ánimo.
La verdad es que el lunes tuve un D.D.M de libro. Venía de un fin de semana duro por una situación emocional muy triste y sufrí el mal trato institucional de un funcionario que me trató de un modo que no se debe tratar a nadie y así uno tras otro se fueron sucediendo los desastres. Tuve mucha suerte porque el universo un día antes me había regalado la última canción de Calvin Harris, que fue mi anclaje a la cordura todo el día, en modo repetición en el ipod. Ahí está la primera manera de vivir un D.D.M, haz algo que te saque del estado negativo. A mi la música me suele ayudar a salir del bucle, bailar y cantar me carga las pilas. Ese día tenía que tener un buen final, iba a llevar a los niños a un concierto de las «Zascandury» que llevaban esperando varios días. Pensé que lo íbamos a pasar genial pero aquello se convirtió en un caos de niños enloquecidos y mamás asustadas porque perdían a sus pequeños de vista a cada momento. Mateo se agobió tanto que se me encaramó durante hora y media mientras los otros dos saltaban como locos. En esos momentos pensé, y ahí va el segundo truco, focalizate en el aquí y en el ahora e intenta disfrutar. Empecé a escuchar las canciones y a bailar con Mateo y, aunque parezca imposible, en el caos, me divertí. Es cierto que acabé agotada pero no fue tan horrible como si hubiera estado pensando en marcharme durante dos horas. Al final los tres lo pasaron en grande y eso también me hizo estar más contenta. Salimos a las once menos cuarto del concierto y aún tenía que acostar niños y preparar la comida del día siguiente. El día tenía que acabar muy bien y me había encargado de prepararme un final de traca. Después de ducharme sóla, un lujo que me sabe a 1 hora en el SPA, hice lo que terminó de convertir mi D.D.M en un buen día, último truco de hoy: márcate una meta pequeña que despierte tu ilusión. Yo me inventé una receta que salió bien, deliciosa y que me dió el subidón que necesitaba para irme a la cama contenta.
CONSEGUIDO! D.D.M neutralizado, hemos pasado de sobrevivir a vivir y sacar jugo a un mal día.
Espero que os sea útil y que practiquéis mucho.
Recordad, empezad hoy, mañana ya es tarde.