Del coitus interruptus al año del Mono

Autor: Zlatko Vickovic
Autor: Zlatko Vickovic

Lo sé, me echabais de menos, ha sido un ‘coitus interruptus’ doloroso, pero necesario. Tareas menos espirituales y más trascendentales me han tenido ocupada y preocupada, pero “fue sin querer y no lo volveré a repetir”, y que conste que yo no estaba cazando elefantes en Botsuana. ¡Vaya! ya lo he vuelto hacer –meterme con algún real o ex real que no sea CR7- y era uno de mis propósitos para este año, pero es que es imposible, es que estos Borbones y Cristiano Ronaldo nos lo ponen muy fácil y eso que aún no sabemos lo que ocurrirá con la Infantita este año o si el portugués se teñirá de marrón chocolate las patillas–que se vuelve a llevar. Y es que se avecina un 2016 muy calentito, que si la hermanísima, que si Rato y Bárcenas, que si repeticiones de elecciones y/o pactos gubernamentales. ¡Bienvenidos al año del Mono! Y esto no es mofa, que este año comienza el año chino del Mono, atrás dejamos el de la Cabra, que espero que no sirva de excusa a nadie para decir que ha tenido un año loco.

Pues resumamos, que parece que hasta que no pasan los Reyes Magos no cerramos un ciclo. Por cierto, la que se ha liado porque en Madrid sus majestades de Oriente fueran del rollo de Agatha Ruiz de la Prada, pues no entiendo el escándalo, mirar al chef Chicote con 50 kilos más que ellos y ‘no ha pasado nada’. Que hasta alguna twitteaba amenazas al más puro estilo de El Padrino: “No lo olvidaré jamás”. ¡Jo¡ cómo se ponen de macarras algunos si les tocas ‘la familia’. Yo creo que no ha sido para tanto, es más, a mi juicio el nivel de la polémica era inversamente proporcional al nivel intelectual de los ‘polemizadores’, muy absurdo todo. A lo mejor es que en ‘mi familia’ las preocupaciones llevan otro apellido y suelen darse en un hospital, en el frigorífico o en la cuenta corriente. ¡Ya me entendéis!

Pero vuelvo al resumen del 2015 que me desvío. Porque no hemos tenido ni una alegría, ni el Atleti levantó copa, y eso que se supone que les va bien en la ‘era del Cholismo’. Pero ahí están, todos juntos remando al unísono. Para que veáis lo importante que es tener un buen líder. Claro que también tuvimos funerales, y no habíamos parado de llorar a Adolfo Suárez, cuando se nos fue la Duquesa de Alba; y llorando vimos salir del hospital a la enferma de ébola, que nos quitó el sueño y entramos en una medio paranoia colectiva como cuando en mi casa ‘agarraba’ uno los piojos.

Aunque para sueño truncado el de los fallecidos en los atentados de Francia, del Charlie Hebdo a la matanza de Bataclán. Matanza que se repitió, como cada año, en nuestras fronteras donde los inmigrantes ahogaban su esperanza y ponían fin a su vida, mientras nosotros mirábamos para otro lado y cambiábamos de Rey y de Gobierno. Aunque esto último está por ver, tendrá que ser el Mono quien diga quién será el ‘Cholo’ de todos los españoles. Y que nadie se dé por aludido que me refiero, de nuevo, al año chino.

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