Lucía miraba a la ventana fijamente a las gotas que iban cayendo poco a poco en el opaco cristal y abriendo mínimamente la cortina, volvía a cerrarla cuando veía a otra persona asomarse en el edificio de en frente. (No sea que alcancen a verme-pensaba).
Eran más de las dos y al día siguiente el despertador sería el compañero que la diera los buenos días. Sollozando, se fumaba su último cigarro y se iba a acostar. Daba vueltas, una tras otra, en su cama y sin poder dormir, decidió ponerse a leer y a pensar: “Antes siempre cenábamos juntos, debe estar realmente ocupado para llegar a estas horas”…Últimamente, todas las semanas tiene un congreso o algún tipo de evento y, a parte de su trabajo, no existe nada más. No sé cuanto voy a resistir así, pero no siento que esto nos lleve a ningún fin.
A la mañana siguiente se levantó y se dirigió a su trabajo casi sin dormir. Los compañeros le preguntaban ¿Te encuentras bien? Si, si- decía ella. Esta noche con el ruido de una fiesta no hemos podido dormir. Todo era fingir y tapar algo que anunciaba un inminente final…. ¡Estaba harta ya!
Cuando parece que todo se desmorona en tu vida, todavía queda una voz amiga que te grita con voz potente siempre ¡No te rindas! ¡Sigue! ¡Levántate de nuevo!, siempre puedes empezar desde cero, tengas la edad que tengas. Nada es inamovible cuando llegas a una edad. Nadie ha dicho que haya que parar a los 30 o a los 40, que ese es el fin del camino.
Tú relación de pareja carece de todos aquellos aspectos en los que se basa la unión para ti. No hay comunicación, no hay recompensas ni palabras amables o elogios y todo es crudeza y frialdad. El respeto, comprensión o delicadeza brillan por su ausencia… cuando todo esto ocurre, seguro que las consecuencias para ti no son nada buenas. En este caso, pregúntate si es eso lo que deseas para ti.
¿Por qué el entorno no apoya o, por lo menos, la gente que no es tan cercana, una decisión tan íntima como puede ser poner punto y final a una situación que se ha quedado estancada y ya para ninguno de los dos miembros tiene ningún sentido? o …¿aunque sea para uno de los dos? , ya que si comienza con uno, para el otro dejaría de tenerlo porque ¿Tiene sentido estar con alguien para el que la vida contigo no posee ningún proyecto común ni un compartir el día a día? Ja!!!! Si eso posee algún beneficio sólo es producto de tu mente y perdón por el lenguaje tan cotidiano que voy a emplear: “Una peli que tú te has montado”.
Desde crisisdelos40.com, te queremos mandar el siguiente mensaje: “Pon punto y final a todo aquello que va en contra de tu dignidad e integridad personal y no hagas de este anclaje una situación irreparable a largo plazo, porque hay mucha gente que conocer si te liberas de prejuicios sociales impuestos (por ejemplo: “fíjate eso es que no quiere a su novio o marido….tantos años y se da cuenta ahora”)”
Verdaderamente, no hay ningún motivo que no permita alguien salir de algo que esté minando su personalidad o anulándolo como persona, reprimiéndole e impidiéndole lanzarse a la vida y vivir con emoción un posible nuevo amor o estar en la paz de la soledad.
Es digno de admirar en una mujer de 40 cuya vida es aparentemente estable y tranquila, esa revelación y ese reconocer “Aquí algo no anda bien” e intentar solucionarlo por una vía u otra. Si ya hemos probado todo tipo de caminos, soluciones, estrategias y después del tratamiento el dolor no remite (en sentido figurado me refiero), es hora de buscar otras opciones, entre las cuales se encuentra “Empezar de cero”.
Cree en ti misma, comienza paso a paso, poco a poco, enfrentándote a la situación, al estrés que puede llegar a generarte, “Tú vales mucho, eres fuerte y lo vas a conseguir”. Comienza una nueva vida y empieza desde cero, será un renacer donde los malos momentos se borrarán de tu mente. Inicia una nueva etapa impregnándote de un pensamiento positivo y rodeándote de gente que también lo es, sabiendo que lo más importante en esta vida es tu felicidad.
Lidia de Andrés, psicóloga