Hablamos de amistad…pero también de paquetes

Captura de pantalla 2015-09-30 a las 12.23.54

 

Thelma: Oye Louise, no nos dejemos coger.

Louise: ¿Qué quieres decir con eso?

Thelma: ¡Sigamos adelante!

Louise: ¿Pero que dices?

Thelma, indicando la dirección del cañón: ¡Vamos!

Louise, esbozando una sonrisa:¿Estás segura?

Thelma: ¡Sí!

Thelma con una sonrisa enlagrimada:» Sí…

 

Tía, Thelma somos súper “amiguis” y nunca nada nos va a separar…bueno nada, o tu Ford Thunderbird de 1966 verde descapotable cayendo al vacío por el Gran Cañón. Joder. La verdad es que protagonicé una de las más míticas escenas de Hollywood que será recordada por todo los tiempos y fíjate, me tuve que matar para ello.

Mi oda a la amistad, mi canto a la libertad femenina por encima de los arquetipos masculinos rancios, mi ruptura de las ideas preconcebidas de una ama de casa…la verdad, me salió bordado. (Aunque bueno, en realidad fue la treintañera de Thelma la que tuvo los ovarios de perpetuar nuestro suicidio -estás mu’ loca chocho-)

De todas esas cosas se hablaban en el argumento de nuestra película pero no nos engañemos, nuestros días de huída dieron para mucho, no os creáis. Muchas conversaciones, muchas confidencias y…esos días. Esos días que estás más caliente que el cenicero de un bingo. Porque sí jovenzuelos, los de 40 también hablamos de sexo y de hecho, bastante más que vosotros, principiantes.

¿Nadie se ha fijado en el paquete que tenía aquel agente que quería darnos caza? Nosotras dos sí y nos dio para bastante el tema de conversación. Porque una, aunque huyendo del mundo y de los opresores estereotipos que nos encadenan, todavía tenía instinto y apetencias. Vaya, que estaba salidorra (y bastante más que la treintañera de Thelma).

Grito: ¡a los 40 no se nos va el apetito sexual, de hecho aumenta y estalla como la bilirrubina de Falete cuando ve un McFlurry! Que todo hay que decirlo… Casadas, casados o no…lo cierto es que cuando empezamos hablar de sexo nos invade ese rubor que nos hace reirnos y sentirnos incluso algo avergonzadas. Bueno eso algunas, que otras somos mucho más burras y un falo mal colocado en un pantalón nos da para 4 horas de conversación. ¿Qué no? –Un saludo para los que se colocan mal adrede sus armas de artillería ¡qué tardes de debates y emociones nos regalan!- Ni un Estado del Debate de la Nación da para tanto, oiga!

Y es que conforme pasan los 30 empezamos a ocultar progresivamente nuestras manifestaciones públicas sobre apetencias sexuales, es un hecho empírico demostrable. Pero cuando una llega a una edad y habla en confianza, ¡ay cuándo una habla en confianza! Menudos bukakes verbales se preparan, dignos de estudio, objeto de experimento social, de entrevista grupal. A ver si se creen ustedes que Marie Curie no hablaba con sus círculos de esas cosas. ¡Peores cosas se habrán visto! Y no por ello somos menos letradas…

Recordad, el sexo cuanto más, mejor. Y cuanto más comentado entre amigas, mucho mejor. (Tía, a tí también te pasa! Y yo que me lo estaba callando! Me voy corriendo a por mi Pepe que verás tú la que le voy a preparar…) Ayyy cómo me suena (porque le ha pasado una amiga claro, no a mi)

Bueno, pues a eso precisamente venimos aquí. A reflexionar sobre aquellas fantasías turbias, lascivas, apasionadas y marranonas que en alto no nos atrevemos a contar pero que entre amigas no podemos parar de hablar. Bienvenidas a los 40, ¡la nueva revolución sexual!

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