Ayer me vi tentada de hacer lo que hago siempre: comprar las fichas de los coches de choque y sonreír mientras saco fotos al tiempo que saludo con la mano mientras sufro en silencio por miedo a que alguien se pueda hacer daño. Pero de pronto le grité a mi hermana «NOS MONTAMOS» Sólo de sugerirlo me dió un subidón comparable al que te da cuando llegas a tiempo de ver Juego de Tronos porque los niños se han dormido a su hora, ya me entendéis. Mis amigos, cuñados, cuñada, esposo y tres niños, ocuparon sus coches. Adultos y niños al mismo nivel de locura adrenalínica. Momentazo al darnos cuenta de que al futuro marido de mi hermana no le cabían más bolsos/trastos en las manos, el pobre se perdió la primera ronda, pero inmortalizamos la imagen porque parecía un arbolito de navidad sobrecargado.
Nos dimos cuenta de que estábamos solos con dos chinos camicaces que se unieron rápido a la emoción familiar. Y sonó la sirena. Mi cuñada con mi hija mediana fueron las reinas absolutas de la pista, embistiendo a diestro y siniestro. Mi hermana y yo éramos las únicas adultas que ocupaban un solo coche, nuestros respectivos culos de adultas hacían que fuéramos las más lentas con diferencia, blanco fácil para los nuestros y para los chinos frenéticos. No parábamos de chillar y reír a carcajadas, nos llovían golpes por todas partes. Cuando pararon los coches estábamos a tope, una recarga rápida de pilas que me dura todavía. Se generó un clima buenrollero de adolescentes desbocados.
Y entonces en mitad de la euforia pensé: ¿por qué no he hecho esto desde los 15 años? Por pereza y olvido, si chicas, hay que reconocerlo, no hago eso ni me mojo el pelo en la piscina por PEREZA.
Así que no seáis perezosas, estamos en tiempo de fiestas, no tengáis vergüenzas, que ya tenemos una edad en la que sabemos que la vergüenza no aporta mucho y a ello. Móntante en las atracciones, arrastra a todo el que puedas, si tienes niños ríe como ríen ellos, siente como sienten ellos y disfruta.
Pero hazlo hoy que mañana ya es tarde!