Sin duda este es el regalo que más he hecho en los últimos años y el que más ha gustado. Es mi favorito porque es de esos regalos que, aunque es una manualidad facilísima de realizar, sabes que no va a acabar en el fondo del armario.
Mi marido y yo nos inventamos este modo de hacer los famosos saquitos de semillas porque los que vendían nos parecían carísimos, además de pequeños. Necesitábamos otra cosa. Los sacos que os pongo hoy son fruto de la experiencia, porque antes de llegar al que hoy os presento probamos otros métodos, cosiendo los sacos, usando semillas caras como el sésamo u otras menos efectivas como el arroz, huesos de aceitunas, etc. Finalmente un día cogimos un leotardo viejo que no se usaba y estaba olvidado en casa de mis padres, metimos 2kg de judías y voila! El sacó perfecto en un minuto. El primero que hicimos tiene ya 5 años y lo seguimos utilizando. Aquí lo tenéis con bolitas y todo.
Los sacos con legumbres tienen una ventaja muy importante sobre otros métodos para aplicar calor seco como la manta eléctrica: van perdiendo el calor de un modo gradual, no mantienen la temperatura alta, lo que hace que ayuden a los músculos a descontracturarse progresivamente. Sirven, también, para dolores agudos como los abdominales típicos de la menstruación o para los dolores de oído. En nuestra casa los usamos para calentar los pies de la cama en invierno, un costumbre antigua que ha caído en el olvido pero es una maravilla, os invito a probar el placer de meterte en la cama calentita.
También podemos usarlo para el frío dejándolo en el congelador, es igual que la famosa bolsa de guisantes pero en una versión que no termina hecha puré. Nosotros tenemos uno siempre preparado por si hay algún golpe o torcedura.
No me enrolló más, espero haberos convencido para a que hagáis vuestros saquitos propios y para que los regaléis mucho, son geniales.
MATERIAL
- 2 kg de judías blancas o pintas
- 2 calcetines grandes de esos desparejados que tenemos todos si es para disfrute propio o nuevos si es para regalar o incluso un peluche que se pueda vaciar.
Abrimos una esquinita de una de las bolsas de judías y metemos el calcetín por la parte de arriba de la misma, le damos la vuelta y rompemos el resto de la parte superior de la bolsa para que todas las judías queden dentro del calcetín. Las apretamos bien para hacer hueco a la otra bolsa y repetimos la operación. Hacemos un nudo y listo, más fácil y rápido imposible. Para calentarlo entre 2 y 4 minutos en el microondas o , como dice mi hijo, tu-croondas dependiendo de la potencia, la primera vez probad con cuidado. Nosotros usamos el otro calcetín a modo de funda para poder lavarlo de vez en cuando. Os pongo el tutorial completo.
Ya me contaréis que tal.
Feliz día
