El otro día mi chica se puso enferma y nos quedamos en casa. En un momento de la mañana me dijo: “mamá quiero hacer manualidades y algo para regalar a mis hermanos y a mi mejor amiga”. Hacemos muchas cosas pero últimamente me he contagiado de la fiebre del Scrapbook gracias a mi amiga Elena, y digo fiebre porque esto es empezar y no parar, ya colgaremos algún álbum de adultos para daros ideas. Para los que no lo conocéis se trata de una técnica con notable expansión en los últimos años y que nace de hacer libros de álbumes de fotografía con recortes. Como el mundo digital hace que, en ocasiones, se nos despisten los recuerdos, es una manera maravillosa de conservar recortes, entradas, pequeños dibujos, en fin… lo que se nos ocurra en formato papel. Pero hay una cosa curiosa y es que no hay muchas adaptaciones de esta técnica para niños, no he conseguido encontrar ideas para hacer con los peques. Por eso cuando Inés me pidió hacer los regalitos manuales pensé, vamos a hacer scrapbooking para niños y si quedan bonitos los compartimos con los amigos de la crisis de los 40.
La verdad es que para hacer estos mini cuadernitos no hace falta mucho, es para rellenarlos para lo que necesitamos materiales y mucha, mucha imaginación. Yo aquí os pongo lo básico para hacer un estupendo librito y vosotros ponéis el resto. Os puedo decir que merece la pena hacer este tipo de manualidad porque es muy educativa, muy baratita y esconde un universo de posibilidades. Os adjunto un video de alguno de los resultados ya que mis hijos lo usan de cuaderno de viaje y se lo llevan a todas partes buscando lo siguiente que van a pegar. Nacho lleva el libro dentro de su estuche, pegamento de barra, tijeras y un lápiz.
MATERIALES
15 HOJAS PARA HACER ORIGAMI DE COLORES O DIBUJOS
1 CARTULINA DE COLORES O CARTÓN RECICLADO DE ALGUNA CAJA DE GALLETAS O HELADOS
TIJERAS O CUTTER, AGUJA E HILO o GRAPADORA
PARA DECORAR: RECORTES, FOTOS, PEGATINAS, FOAM, ETC…
La realización no puede ser más sencilla, las hojas de origami tienen el tamaño perfecto para estos cuadernos, sólo hay que cortarlas a la mitad, de manera que nos da para dos cuadernos. Para cortar los papeles todos iguales he de confesar que yo lo hice con una guillotina, pero se puede usar un cutter o las tijeras si se hace con más paciencia. Cuando tenemos nuestros 15 papeles los doblamos por la mitad de cinco en cinco, apretando bien el dobléz, yo uso un boli. Por otro lado cortamos la cartulina a la medida de los papeles añadiendo 1 o 2 milímetros para que el cartón sobresalga un poquito. Por último armamos el cuaderno y los colocamos todos juntos como en la foto. Ya nos queda el paso más difícil, encuadernarlo. Si tenéis una grapadora grande podéis poner tres grapas en la zona central, pero en mi caso prefiero coserlo a la antigua. Como son pocas hojas hago el agujero con la misma aguja ayudándome de alguna superficie dura y voy pasando el hilo, al final hago un nudito por la parte interior y listo.
Lo bonito del scrapbooking es la decoración posterior con pegatinas o lo que se nos ocurra. Inés fue el momento que más disfrutó, pegó corazones a diestro y siniestro, pegó fotos de ella con sus hermanos en los cuadernos que les entregó, pegó celo decorado (wasi tape) y escribió sus nombres. La cara de sus hermanos y de su amiguita valió la pena. Hemos hecho varios más a petición popular y los niños encantados, seguro que le sacáis mucho provecho a esta manualidad.
Feliz día!