A muchas mujeres, no a todas, la crisis de los 40 les viene precedida de una extraña crisis de identidad. No crees que vaya a pasarte a ti, pero te pasa. En un momento dado pasas de ser tú a ser la «madre de» o peor «la mamá de» Es tan grande el concepto que te abruma un poco al principio. Ya después de salir del paritorio empiezan a preguntar por ti en el hospital de ese modo, no tienes nombre. Tu mundo empieza a girar en torno a esa personita maravillosa y el título de «mamá de» ,aunque te pesa, también te encanta. Pero el tiempo pasa y cada vez eres más esa que tú misma, no sé si me entendéis, casi te conviertes en otra persona algo desaliñada y con intereses distintos. Alguien me advirtió de este fenómeno justo antes de nacer mi primer bebé.
Alguien sabio que me dijo que intentara no olvidarme de mi, que era posible ser «la madre de» y tener nombre propio al mismo tiempo. No es lo natural, hay que luchar un poquito para recuperar la identidad pero, al final, es más saludable no perderse, no abandonarse o no esconderse tras ese título que nos va a acompañar para siempre.
Me gustaría compartir algunas claves para superar ese momento que hemos vivido muchas de nosotras.
– Cuídate, come sano y siéntete bien. Si para ello tienes que reclamar un hueco para hacer ejercicio hazlo.
– Pide ayuda cuando la necesites, a veces creemos que los demás deben saber cuales son nuestras necesidades. Vivimos muy rápido y no existen los adivinos, es mejor pedir con claridad. Además evitas esa sensación de enfado que se te va instalando porque crees que los demás deberían hacer cosas que no hacen porque tu no se lo has dicho.
– Arréglate para sentirte guapa, no para que te vean guapa, sino para sentirte estupenda. Todas y todos necesitamos sentirnos estupendos, sobre todo cuando nos miramos en el espejo y nos vemos como «gusanajos» Ese es el momento de pintarte el ojo y ponerte algo bonito. Porque aunque no lo creas el gusanajo se va y te sientes mariposa. Esto es un fenómeno científicamente demostrado ?
– Sal de casa y habla con otras personas con identidad, de cosas que no sean del «mundo infantil» Podéis hablar de ese mundo pero también hay que salir de esas fronteras y conversar con adultos de temas de adultos. Refresca cuerpo y alma.
Si estás en este momento de tu vida, no te asustes, es un aprendizaje como cualquier otro, una etapa maravillosa en la que recuperas quien eres y le sumas esa experiencia única que es la maternidad.
Empieza hoy a reclamar tu identidad porque mañana ya es tarde.