Tómate la vida con humor

HUMOR-Y-EDUCACIÓN-02-INED21

Una de las herramientas fundamentales con las que debe contar un buen terapeuta es el humor, sobre todo cuando se trata de terapias en las que la curación se basa en el poder de la palabra y la conversación.

Las palabras se quedan grabadas en nuestras mentes con mucha facilidad, tanto que nos sorprenderíamos: hay frases que generan un gran impacto emocional a lo largo de nuestras vidas y de las cuales nos acordamos también durante la misma. Éstas frases pueden decirse de múltiples formas y también nos llegan acompañadas de un lenguaje no verbal, el cual no deberíamos perder de vista. El cómo le digas a una persona una cosa puede provocar en esta un impulso para salir adelante e intentar cambiar o, por el contrario, puede llegar a provocar otro tipo de reacciones “non gratas”. Si tú quieres transmitir un mensaje importante y algo delicado sin herir los sentimientos de alguien, el humor puede ayudarnos a romper el hielo, restando importancia pero, al fin y al cabo, diciéndolo para que esa persona se plantee cambiar algo que quizás, pueda estar dañándole.

Por otro lado, decir que la palabra cura, pero cuando esta se vuelve mecánica como si fuera una pastillita que nos dan, en ese momento, para aliviar el dolor de cabeza, nos da la sensación que estamos frente a un discurso mecánico y aburrido y que la persona que tenemos en frente es como “un poste de la luz”, con perdón de la cotidianidad del lenguaje. Rehuiremos, por tanto, de abrir la boca a la próxima que queramos expresar algo que sentimos a dicha persona.

El humor o las ocurrencias que tenga el que escucha puede ayudarnos a muchas cosas, aunque pensemos que lo que estamos tratando son temas serios. Entre ellas tomarse la vida con humor nos ayuda a mitigar el dolor, nos dota de herramientas para sobrevivir, en el sentido profundo de la palabra, a sobrevivir ante reacciones de otros que no nos gustan y ante las injusticias, porque queramos o no, la vida de por sí es injusta y si no pensemos en las noticias que escuchamos todos los días de gente inocente que lucha porque no le maten simplemente, como es el caso de los refugiados.

Debemos tomaros la vida como algo efímero, tú eres el motor, tú eres el que consigue ser feliz con las cosas que te gustan, con pequeños y grandes objetivos, con la gente que te rodea, con tu trabajo…con tantas cosas… Grábate esta frase: “La vida no es un drama, sino un camino de obstáculos que debemos solventar y el humor es imprescindible”, sin él todo puede hacerse cuesta arriba, es la criba para eliminar las partículas inservibles que son las que hacen que distorsionemos la realidad que no es tan drástica como, a veces en ocasiones, la vemos.

El humor, por tanto, posee múltiples beneficios en nuestra vida y nace de la interacción con otras personas y de nuestras propias experiencias. Nos ayuda a no vaciarnos de energía cuando no podemos, o esa sensación nos da,  con alguna circunstancia vital como una separación, un bache económico  y mil circunstancias adversas que podamos tener a lo largo de la vida. Hace que vayamos eliminando esa autocompasión en la que a veces caemos, acorta la distancia en las relaciones interpersonales cuando hay diferencias de cualquier tipo como podrían ser las culturales, permite que expresemos la frustración al no haber logrado determinadas metas y además, libera tensión, inseguridades y claro está, la temida y real ansiedad provocada en nuestro día a día.

“Vive cada día como si fuera el último de tu vida”, ya que esta es efímera, es necesario tomarse en serio la vida, pero también trivializar las cosas para que no nuestra estancia aquí no sea hierática, sin sabor y sin emoción… ¿qué es la vida sin estos aspectos que son los que nos hacen generar ilusión y emoción?

Y después de contar con los múltiples beneficios del humor ¿Cómo te planteas la vida? Como es habitual, desde crisisdelos40.com os damos unas ideas:

  1. Desconecta de lo rutinario, sobre todo en esos espacios que tienes al día sin trabajo.
  2. Busca realizar cosas que te diviertan y relaciónate desde el humor, no desde las desgracias que te ocurren o mejor dicho, de las circunstancias que dramatizamos y que nos amargan la vida.
  3. Se consciente de todo lo bueno que te aporta la vida: amigos, familia, naturaleza…etc
  4. Emociónate, aprende a ponerte en la piel de los demás y verás que todo el mundo tiene problemas. Aprende de aquellas personas que se toman las cosas con humor.
  5. Desarrolla tu humor, siempre se puede aprender a relativizar y limar el propio carácter.

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